No ano 1921 no xornal “La Esfera ” publícase un artigo, escrito por Máximo GUN, titulado “Los “cigarrones” de Monterrey”, este artigo consta de dúas partes ben diferenciadas. A primeira é unha descrición do val e do castelo de Monterrei, da cal saquei a foto que publiquei anteriormente. A segunda parte, que transcribo a continuación, describe os Cigarróns, algunhas tradicións que tiñan e aparece a foto dun destes cigarróns.
O artigo di así:
El día 1º de Enero de cada año, desde hace muchos, porque es producto de la tradición, aparece en la comarca del valle de Monterrey un figurón que actúa en las calles y las casas desde esa fecha hasta el último día de carnavales. Se trata de una máscara. Al parecer de origen romano, que viste un calzón corto de rizos, chaleco y chaquetilla cuajados de galones de plata y oro, con fondo en seda de colores chillones; un cinturón con cuatro cencerros, cuyo sonido ha de indicar la llegada del cigarrón ; una careta de madera pintada que se prolonga en una especie de gran mitra, de metal pintado, y, en la mano, un palo, a cuya punta cuelga una tira de pellica, con la que el cigarrón golpea a las gentes a su paso.
A causa de esta pellica, los gallegos llaman piliqueiro al cigarrón.
Actualmente se ha desvirtuado mucho la tradición. Los cigarrones de hoy van pidiendo dinero á los viandantes. Pero antaño los cigarrones llevaban precisamente las medias que había puesto la novia el día de la boda, así como ajustaban á su cuello el pañuelo con que ellos habían de ir al altar.
El cigarrón debe su origen a los figurones que acudían al castillo de Monterrey, cuando los vasallos iban a rendir pleitesía á su señor, para figurar como ojeadores á la cabeza de las grandes monterías que para festejar á los condes se celebraban. Con las pellicas iban los cigarrones golpeando las matas para hacer saltar la caza.
El cigarrón hasta hace muy pocos años era inviolable. Nadie podía pegarle, sino en la parte de la cabeza que la carantoña apellicada deja libre.
Rodeado por los mozos del pueblo, si estos lograban acorralar, había de pagar a cada uno su convite.
He aquí la tradición de los cigarrones, de esta mascara casi infernal que en los primeros meses de cada año se pasea por el valle de Monterrey, del que es cúspide y corona el almenado castillo de los Zúñiga.
¿Que vós parece? Dende logo igual que o de agora non é. Este artigo ten bastantes puntos con polémica: di que a máscara e de orixe romano, a careta non era toda de madeira, os cigarróns nos últimos anos dedicaranse a pedir diñeiro e, por último, fixástesvos na foto, ¡o debuxo da careta non e dun animal!
